EDUCACIÓN NACIONAL
¡Ay mi amor! Por fin van a volver las clases y los chicos van a volver a ser un número más en la estadística nacional de enseñanza. Ya es momento de terminar con esta costumbre populista de hacer chicos vagos, que cuando crecen lo único que saben hacer es pedir planes, subsidios, embarazarse para recibir una antena, y chuparle la teta al estado. Necesitamos niños bien que vayan al Cardenal Newman, estudien en Universidades Privadas y así convertirnos en una potencia mundial.
Por eso con la Thelma estamos convencidas de que hay que cambiar la metodología de enseñanza. Basta de pedagogía y psicología infantil, tienen que volver el puntero, los tirones de orejas, las humillaciones, las orejas de burro y todas esas cosas que nos hicieron a nosotros y que, sin embargo, nos fortaleció el espíritu y nos hizo mejores ciudadanos.
Ya es hora de terminar con ese revisionismo histórico que de nada sirve y que lo único que hace es confundir a los niños. Por culpa de gente como Pigna, Bayer y Brienza mis nietos ya no juegan a ser el Capitán América o Spider-Man. Ahora quieren ser Bolívar, San Martín, Belgrano, Dorrego y liberar de la opresión española a los pueblos latinoamericanos.
Esto no puede seguir así, la escuela tiene que volver a ser ese templo donde los padres dejaban a sus hijos con la plena certeza de que si hacían algo mal iban a ser castigados con todo el rigor de la ley.
Necesitamos volver a la escuela donde se usaba guardapolvo blanco y donde se señalaba al niño distino para reirnos entre todos, porque eso nos hizo grandes, porque eso nos convirtió en el mejor equipo de los últimos 50 años.
