POR MI PATRIA Y MI BANDERA
¡Ay mi amor por favor! Estas muestras de orgullo y republicanismo nos dan 100 años de vida más y nos hacen sentir orgullosas de ser argentinas. Con gente así, que hace lo que sea por mi patria y mi bandera, estamos seguras de que Mauricio vuelve a ser el presidente de todos los argentinos.
Con la Thelma íbamos a ir pero preferimos quedarnos en su casa de country y verlo por TN tomando un té con scones. En nuestro lugar mandamos a la empleada y al jardinero; primero no querían saber nada los negros con ir a la marcha, pero cuando la Thelma los amenazó con denunciarlos en Migraciones aflojaron y fueron.
El que estaba hecho una furia era el Nacho, mi marido peroniste, dice que la marcha del #23 fue lo más parecido a un golpe cívico que vió en su vida y que ver a los gorilas del campo desfilando le dió asco. Pero bueno, qué le vamos a hacer, no es culpa nuestra que el peronismo-kirchnerismo haya perdido la calle. Hablen con su presidente que les pide no marchar.
La verdad que la respusión del Nacho por la república, la patria y coso me hace mal; si bien nosotras no estuvimos presentes en cuerpo, si lo estuvimos en alma y sentimiento a través de los empleados de la Thelma, pero lo de los peronistas como mi marido es asqueroso. Les molesta nuestra felicidad al marchar en defensa del país, tienen que aprender que el amor vence al odio.
Sabemos que este es el rumbo para que las cosas empiecen a cambiar, porque le molesta a los peronistas que seamos los líderes del cambio. De hecho, que Gabriela Cerruti haya salido desesperada a decir inconsistencias verbales en Twitter indica que no saben qué hacer. Aunque también puede ser una cuestión natural de Cerruti, nunca sabe qué decir.
La cosa es que vamos por más y no vamos a parar hasta que los verdaderos dueños del país vuelvan a estar al mando. A los negros peronistas le queda poca mecha, y con la Thelma vamos a estar ahí cuando el ave fénix de Mauricio se levante desde las cenizas del último gobierno kirchnerista.