¡OH MAURICIO, EL SUFRIMIENTO!
¡Ay mi amor, por favor! Desde que vimos ese video ayer en Twitter nuestro mundo ya no es el mismo, no sólo porque Mauricio anunció que no iba a ser candidato sino porque cuando recibimos el video lo hicimos llenas de ilusiones, pensamos que iba a ser el llamado a la unidad nacional detrás de el único candidato capaz que salvarnos de la catástrofe política, social y económica que vivimos. Sin embargo el sufrimiento que estamos pasando no se lo deseamos a nadie, ni a los kukas ni a Martin Tetaz, ni a Sergio Massa. Este dolor, este sentimiento de desamparo sólo se compara, sin exagerar, con lo que sintieron los peronistas cuando Perón se fue al exilio.
Pero, ¿cuáles fueron los motivos que llevaron a que Mauricio tome esta trágica decisión? Para el Nacho, mi marido peroniste, es porque no le daban los números. Claro para las personas como él, kukas, todo se resume a presión política, encuestas, economía y esas cosas; sin embargo no todo se resume en eso. Con la cintura política que tiene Mauricio les puedo asegurar que esos «problemas» no le quitaban el sueño, armar el mejor equipo de los últimos 500 años iba a ser pan comido.
Con la Thelma creemos que el motivo principal por el cual Mauricio decidió no ser el presidente de todos los argentinos, no está en la política, en la economía o en los problemas sociales del país, sino en un agente extranjero capaz de obnubilar la mente y de adormecer los sentidos: Netflix. Desde hace unos meses la aplicación de series y películas ha puesto en cartelera una gran cantidad de contenidos muy buenos e interesantes, y Mauricio es humano y a veces, comete errores.
Pensándolo bien, no es descabellado creer que Netflix haya sido absorbida por capitales kirchneristas (como Página 12) y que esa cartelera de brillantes series y películas sea una estrategia para distraer «al hombre del traje gris» de su destino de liderazgo.
Por lo pronto con la Thelma tenemos que ver a qué candidato le vamos a dar nuestro apoyo, no vamos a ir con el primero que nos busque. Queremos acompañar a un candidato que tenga los mismos principios e ideales que Mauricio, que sea un luchador incansable de la república, que no se deje amedrentar por los poderes políticos de turno y que sea capaz de emocionarse con el sufrimiento de los más pobres.
«Mauriciooooo, ya no nos ilusionamos más……»