MI LUGAR EN EL MUNDO
¡Ay mi amor! Estoy ante un momento definitorio en mi vida. Le dije al Nacho, mi marido peroniste, que quiero que nos mudemos, no quiero vivir más en Caballito. El sólo recuerdo de Grabois manejando un tractor a contramano por Rivadavia me vuelve loca.
Necesito mi lugar en el mundo, un lugar donde esté rodeada de gente de bien, gente importante que haya votado a Mauricio y que se identifique con las luchas sociales que nosotras llevamos adelante.
No puedo seguir rodeada de gente que vota a los K y que piensa que la culpa de todo es de Mauricio, de Gabriela Michetti, de Pato Bullrich o de Alfredo Casero, aunque ellos no hayan hecho nada.
El Nacho cree que son delirios de vieja gorila lo que tengo, pero está muy equivocado. A la gente republicana como nosotras nos están quedando pocos lugares donde vivir, y donde poder expresarnos sin que cualquier hijo de vecino quiera censurarnos. Y como el Nacho no quiere irse a vivir a Córdoba le dije que por lo menos nos mudemos a un barrio privado.
Primero puso el grito en el cielo, diciendo pavadas como “-¡Qué van a pensar los muchachos de la unidad básica!” y cosas así, pero cuando le dije que mis códigos de estética visual y estética moral estaban en riesgo se ofreció a llevarme de recorrida por algunos barrios privados.
¿Pueden creer lo que hizo el muy desgraciado? Me llevó de recorrida por todas las villas que hay en el africanizado conurbano bonaerense. Me dijo que barrios más privados que esos no existen en el mundo. Están privados de luz, de gas, de agua, y en algunos casos, hasta de libertad.
Que el Nacho me haya hecho esa jugarreta no va impedir que siga buscando un barrio con alcurnia para mudarnos. Mi límite acerca de las cosas que dicen sobre Mauricio llegó a un límite y me temo que sino nos mudamos, empiece a golpear negros kirchneristas en la calle. Es más con la Thelma estamos pensando en ofrecerle a Milei organizar un grupo de personas para que realice tareas especiales, como pegar afiches, golpear puertas, voltear estereotipos, destituir viejos hábitos y derrocar ideas impopulares.
La cosa es así, si alguien conoce alguna casa quinta, palacete, o chateau en buenas condiciones avíseme así le digo a Mauricio que me ayude con los papeles de la misma manera que ayudó a Su Giménez con el Mercedes Benz que se encontró abandonado en un galpón.