LAS MARAVILLOSAS AVENTURAS DE PEPIN
¡Ay mi amor por favor! Con la Thelma estamos aburridas de tanto estar encerradas y por eso decidimos hacer algo constructivo para la sociedad, algo para la posteridad. Y por eso empezamos a buscar cosas que los peronistas-kirchneristas-comunistas-chavistas-mapuchistas ya hubieran hecho y que nosotras podamos hacerlo mucho mejor.
Y se nos vino a la cabeza que muchos de estos seres de extracción peronista se hacen los intelectualoides y escriben libros. Ahí lo tenés a Dolina, a Pigna, a Brienza y a Sztajnszrajber. Siempre buscando ser como los Romero, los Bucay y en menor medida los Vargas Llosa.
Por eso se nos vino al gran idea de escribir un libro de cuentos para los más chicos. Una historia actual, divertida, con héroes y villanos, y con un desenlace inesperado. Algo que a los niños les deje una enseñanza que puedan aplicar cuando crezcan, y una historia que puedan contarle a sus hijos.
Con la Thelma decidimos compartir con ustedes una síntesis del libro para que la disfruten con sus hijos.
Las Maravillosas Aventuras de Pepin
“En un país muy lejano vivía el rey Mauricio. Era el rey que los astros habían anunciado, era bueno, bondadoso, alegre y sincero que era amado y respetado por sus súbditos. Si bien era todopoderoso, gracias a que era el dueño de un anillo que decretaba todo lo que él quería, el rey no podía estar en todos lados a la vez.
Cierta vez que el rey caminaba apesadumbrado por su reino, triste por el feo día que estaba haciendo, se encontró con un operador judicial que lloraba a la vera del río de la plata.
-Oh, ¿por qué llora joven?
-Hola rey Mauricio, lloro apesadumbrado porque soy operador judicial y no tengo contra quien operar. Mi familia se averguenza de mi y no soy capaz de hacer otras cosas.
-¿Y como te llamas?
-Me llamo Fabián, pero todos me conocen como Pepín.
-No temáis pequeño Pepin, operador judicial desventurado, yo te voy a ayudar. Justamente esta mañana convesaba con Majul, Lanata, Wiñazky y Cherquis Bialo, mis ciervos oraculares, que estoy necesitando formar un concilio con jueces, fiscales y operadores que sirvan a mis propósitos buenos y sinceros. Quiero nombrarlos los Caballeros de la Mesa Judicial Redonda. Y tu serás mi principal adalid.
-Oh, gracias rey Mauricio. Sus bellas palabras son como miel para mi oídos, como una luz en el túnel.
-De nada Pepín, pero vamonos hacia el castillos. Podrás seguir adulándome en el camino.
El Rey Mauricio y Pepín hicieron grandes operaciones judiciales juntos, festejaron con champagne, jugaron al fútbol, abrieron cuentas en Panamá y mantuvieron a raya a los malvados durante varios años.
Pero un día llegaron al reino dos magos muy malos. Trajeron consigo odio, oscuridad, promesas de heladeras llenas y asados todos los días. Y los plebeyos fueron encantados con sus palabras vacías y dejaron de creer en la lluvia de inversiones que el rey Mauricio prometía semestre tras semestre.
Los magos derrotaron al rey Mauricio y lo enviaron a reposar en el exilio. Con el fin del rey, todos los Caballeros de la Mesa Judicial Redonda quedaron desprotegidos. Ya no estaba el anillo que todo lo decretaba para salvarlos. Intentaron muchas artimañas políticas y judiciales para evitar la cárcel y el escarnio público, pero nada les alcanzaba. Muchos tuvieron que jurar pleitesía y pedir piedad a la maga Porota, decían que hablar con el mago Beto era el pedo porque no era tan poderoso como decían.
Pepín, que tan cercano al rey se había convertido, temía por su vida. Se escondió en distintos lugares buscando escapar de los cuervos Larroque que los malvados magos enviaban para capturarlo. Estuvo en lo de Majul, fiel ciervo del rey, pero no le sirvió. Buscó la ayuda de Wiñazky, pero también se hizo el otario y lo dejó a la deriva. Cansado y dolido porque todos sus amigos miraban para otro lado, Pepín buscó refugio en el cercano reino de Oriente. Una noche sin luna, cruzó el río de la plata con sus pocas pertenencias, un baúl lleno de secretos y el miedo pisándole los talones.
Los magos Beto y Porota, al enterarse de su huída montaron en cólera y maldijeron a Pepín y sus secretos”……continuará.
¿Te gustó negro? Compralo entonces, la misma editorial que le hizo el libro a Mauricio, quiere publicarlo.