LERO-LERO
¡Ay mi amor! Por fin la Justicia demostró toda su independencia y se dejó de vueltas, se terminó la hora de las chiquilinadas y ahora todos los pequeños habitantes de CABA van a poder volver a la escuela y dejarse de llantos.
La Corte Suprema de Justicia salió en defensa de Horacio Rodríguez Larreta y de su plan de continuar con las clases en medio de la pandemia más grave que el mundo ha visto. Es evidente que los jueces piensan de la misma manera que Mauricio, Patricia, el Dipy, Horacio Cabak, Nicolás Wiñazky, Alfredo Casero y Cristian Ritondo, y refuerzan esta necesidad de que la educación debe ser declarada como servicio esencial.
La sentencia de la Corte Suprema es unánime en cuanto a la decisión de hacer lugar a la demanda reconociendo que en el caso se violó la autonomía de la CABA. Pero los jueces presentaron tres votos diferentes: por un lado fijaron posición conjunta Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti, y aparte, cada uno por su lado, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti. Se abstuvo Elena Highton, quien ya había sostenido que el caso no era competencia de la Corte Suprema.
Obviamente que el Nacho, mi marido peroniste, está hecho una furia. Él insiste en que lo hicieron Rodríguez Larreta y la Corte Suprema es una burla a la Constitución y a los mandatos presidenciales. Porque si en lugar de Fernández, el DNU lo hubiera dictado Macri, todos lo iban a respetar.
Pero bueno, ¿qué más se puede esperar del Nacho? Un hombre que fue educado por docentes viejos y fracasados que lo único que hicieron fue adoctrinarlo bajo el peronismo, porque no tuvo la suerte de los niños de hoy de contar con un jefe de gobierno capaz, coherente y preocupado por la situación que nos rodea.
Después de analizar el fallo, con la Thelma nos damos cuenta de que esto sentó un precedente y dejó un mensaje muy claro para que a ningún otro presidente peronista se le ocurra otra vez meterse con el manejo de la educación en la ciudad de Buenos Aires: «Lero-lero»