CONCURSO
¡Ay mi amor por favor! Si algo le faltaba a la justicia para terminar de ser impresentable, adicta y dependiente de Cristina Kirchner es el fallo que avala que las designaciones sean por concurso.
El Nacho, mi marido peronista, insiste que de esta manera no se viola la Constitución Nacional y se mantiene la independencia del Poder Judicial. Pero claro él ve todo a través de de un cristal kirchnerista muy sesgado.
Con la Thelma estamos tratando de entender cómo sería un concurso para ganar un lugar en la justicia, ¿será algo como Pasapalabra o como el preguntas y respuestas de Feliz Domingo? O sea, el juez que conteste la mayor cantidad de pregutas bien se lleva de premio un juzgado o algo así. Y el que menos conteste se lleva una cafetera.
Pero quizás el problema más grande es si el reglamento del concurso permite que se presentan personas por fuera del sistema judicial. ¿Se imaginan que nos presentamos con la Thelma y ganemos el concurso? “Nancy Peralta Iraola, Jueza Federal de Primera Instancia”, “Thelma Ledesma de Ingenio, Jueza de la Nación”.
Todos dicen que Mauricio designó a Bertuzzi y Bruglia a dedo, pero no es verdad. Él sabía claramente que esto del concurso no era serio, un programa de preguntas o respuestas, de lucha en el barro, o de cocina no es la manera ideal de elegir a un juez.
Y tampoco es que fue así a dedo, como quien va al kisco y elige dos alfajores, hubo un consenso y un DNU, para darle un marco legal a la selección dactilar de jueces.