LA PATRIA ES DEL OTRO
¡Por favor mi amor, por favor! Que gran servicio a la humanidad está prestando Bety Sarlo, hay que apaludirla de pie. Por si ustedes, negros peronistas, no se dieron cuenta Sarlo se arrojó de cabeza sobre una granada viva, sin que nadie se lo pida.
Porque esas declaraciones que hizo sobre las Islas Malvinas no fueron producto de la senilidad, ni porque se haya olvidado de tomar la pastilla, ni porque sea una vende patria, fueron a propósito. Tampoco es como dice el Nacho, mi marido peroniste, que es el pensamiento básico de todo integrante de JxC, porque con en ese criterio yo podría decir que la premisa básica de todo peronista es no hacerle el juego a la derecha, algo en lo que vienen fallando bastante.
Cuando con la Thelma nos dimos cuenta de las verdaderas intenciones de Bety, no lo podíamos creer. Se prendió fuego a lo bonzo para salvar la reputación del país. Y te vamos a explicar por qué negro.
Todo esto que está pasando en Argentina con el #OlivosGate, las visitas durante la peor parte de la pandemia, el pedido de expulsión a Fernando Iglesias y Waldo Wolff, y por supuesto la ensalada de vacunas que quieren implementar, son cosas que a Sarlo le hacen muy mal y por eso tomó esta decisión.
Bety es un mujer sensible que no soporta las injusticias, más de una vez ha quedado en el ojo de la tormenta por denunciar situaciones donde se beneficia a unos pocos y a ella la dejan afuera.
Muchos peronistas, inluido mi marido, creen que dijo esas cosas porque es una vieja vende patria, que por fin se quitó la careta. Sin embargo nosotras sabemos que no es así. Más allá de que el color político del presidente actual no es del agrado de Bety, ella va a hacer cualquier cosa con tal de no ver mansillada la reputación de su país (sea cual fuere su país).
Ojalá en algún momento ella se anime a plasmar sus verdaderas intenciones detrás de sus polémicas declaraciones en algún libro, un par de hojas nada más, algo así como un boletín del Partido Obrero.
Mientras tanto nosotras vamos a seguir luchando por un país donde los intelectuales de JxC puedan decir lo que piensan sin que ningún peronista salga a criticarlo por eso. Porque hasta donde nosotras sabemos vivimos en una democracia y no en una “peroncracia”.
