¡Heil Pablito!
¡Ay mi amor por favor! Enterarme de estas cosas ahora me hace muy mal, uno cree que si una persona tiene la capacidad intelectual para elegir su golpe de estado preferido tranquilamente puede cerrar esos clubes de militantes autoritarios, carísimos e incompetentes.
Que distinta hubiera sido la historia si Pablito Avelluto no hubiera sido tan falluto (chiste fácil) y hubiera puesto la faja de clausura a Télam y la TV Pública. La gente no habría votado la vuelta de los K’s y quizás Mauricio seguiría iluminando nuestras mañanas con sus ojos de cielo.
Pero bueno es lo que nos toca, hoy estamos en la resistencia, en la clandestinidad. Esperemos que cuando volvamos a gobernar un estado lleno de negros empoderados no volvamos a cometer los mismos errores.