Basta por favor
¡Ay mi amor! Desde hace un tiempo a ésta parte hemos estado sufriendo puñalada tras puñalada de personas muy importantes para nuestro entorno. A veces hacemos como si no nos importara, pero al final del día, cuando vamos a dormir en nuestros sommiers ultimo modelo, cuando ponemos el frío-calor en 28° o cuando usamos nuestras pantuflas de foca bebé, sentimos ese puñal y se nos cae una lágrima.
Quizás el más doloroso de esos puñales haya sido el de Julio, que bárbaro (¡cuac!) que nos haya hecho ésto. Salir a decir que está avergonzado de haber votado a Mauricio. Pero che, hombre grande haciendo esas boludeces.
Después Mirtha y Pablo Rossi (el mismo Pablo Rossi que defendía a Mauricio a capa y espada, y que era capaz de matar una ballena a chancletazos) pusieron entre las cuerdas a una indefensa Patricia Bullrich. La atacaron como a ninguna, ni la dejaron tomarse un vinito.
Entiendan kirchneristas resentidos que es muy feo ésto que están haciendo, porque detrás de todos los funcionarios públicos y sus respectivas familas, y la ingente cantidad de asesores y trolls, hay personas. Personas como la Thelma y yo que sufrimos cada ataque indiscriminado, sufrimos cada vez que les dicen ladrones únicamente por tener una ahorritos afuera, sufrimos porque ya no nos quedan argumentos para seguir sosteniendo este cambio.
Entiendan que veníamos bien pero pasaron cosas.